Probablemente han visto la película estrenada en el año 1988, “Stand and Deliver,” o “Con Ganas de Triunfar” en español. Se trata de estudiantes latinos que asisten a Garfield High School en el este de Los Ángeles, California. Como contexto, el este de Los Ángeles es un barrio humilde de familias trabajadoras, donde los jóvenes de Garfield High tenían un rendimiento académico muy por debajo de su nivel de grado. El protagonista es el maestro de matemáticas, Jaime Escalante, que cree tanto en sus estudiantes que propone enseñarles cálculo, un nivel de matemáticas superior. Después de un verano de enseñanza, los jóvenes, un total de 18, toman el examen de cálculo de AP, el cual les daría créditos universitarios. Omito muchos detalles, pero lo importante es que los 18 estudiantes de Garfield superan muchos desafíos y todos pasan el examen. La película está basada en hechos reales con mensajes muy relevantes como “los estudiantes se elevarán al nivel que se espera de ellos”, o “Ya tienes dos golpes en tu contra: tu nombre y tu complexión. Debido a estos dos golpes, hay algunas personas en este mundo que asumirán que sabes menos de lo que sabes. Las matemáticas son el gran ecualizador”.
Adelantémonos 40 años a nuestro tiempo presente. ¿Cuántos de nuestros estudiantes hoy enfrentan situaciones similares? Situaciones donde son desviados de su trayectoria. Situaciones donde tienen que cuidar a un ser querido y trabajar horas extra para poder proveer. O situaciones en las que carecen de acceso a servicios de mentoría para guiarlos académica y profesionalmente. Todos estos factores afectan las ganas de nuestros jóvenes.
La vuelta a un nuevo año escolar es nuestra oportunidad de dar el siguiente paso en nuestro futuro, para nuestros jóvenes. Dejemos de usar la pandemia como pretexto. Hoy les pido que tomemos responsabilidad, liderazgo, y acción, aprovechando este momento para ejercitar nuestras GANAS y utilizarlas para que todos sobresalgamos. Como latinos, cargamos las GANAS en nuestro ser.
Permítanme plantearles cinco aspectos que me parecen relevantes para la superación:
Generosidad. Estar siempre dispuestos a ayudar al prójimo. Les pido que brinden su máxima generosidad para darles a nuestros jóvenes la confianza necesaria para sobresalir en los altos niveles que instalemos. Hay que aportar todo lo que podamos.
Ánimo. Ser porristas para cada uno. Acuérdense que una marea creciente levanta todos los barcos. Si gana uno, ganamos todos. Echémonos ánimo.
No rendirse. Valentía, fuerza, aguante. En estos tiempos es imperativo hacer florecer estos atributos en nuestros jóvenes. No nos rindamos.
Aprender. Dirán y comentarán que somos, o que deberíamos ser, una cantidad de cosas, pero no cabe duda de que cuando aprendemos y nos capacitamos, podemos emprender y liderar. Cultivemos la curiosidad y aprendamos algo nuevo hoy.
Sobresalir. Cuando sumamos la generosidad con el ánimo, el don de no rendirnos, y la insaciabilidad de aprender, todos sobresalimos y nuestros jóvenes, nuestro futuro, sobresalen. Llevémoslo a cabo.
Padres, apliquemos las ganas. Y con ganas, maestros, elevemos el nivel que esperamos; miembros de consejos, no esperen nada menos que excelencia para los estudiantes; estudiantes, no permitan que les digan que no pueden y enséñenles que sí pueden; funcionarios públicos, aporten los recursos necesarios; empresarios, sigan innovando y creando oportunidades para nuestros jóvenes; y, finalmente, presidentes de instituciones de educación superior, nunca, pero nunca dejemos de retar a nuestras comunidades que pongan a nuestros jóvenes en el centro de todas las decisiones.
He logrado egresar con cuatro diplomas, culminando con mi doctorado. Muy claro lo tengo que ahora les toca a nuestros jóvenes. Acudamos a nuestras GANAS.
Acerca del autor:
Abel A. Chávez, MBA, Ph.D., es presidente de la Universidad Our Lady of the Lake en San Antonio, Texas. Es un aprendiz de por vida, defensor de la educación y miembro de organizaciones relacionadas con la educación.