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En Los Primeros Treinta Años De La Eternidad De Reinaldo Arenas

Hispanic Community December 2020
Si aceptamos la literatura como campo de una de las más decididas batallas humanas contra el sin sentido de la vida tendremos que convenir que de momento Reinaldo Arenas va ganando la suya particular.

En ese ensayo de eternidad que son los treinta años transcurridos desde su muerte por mano propia pocos escritores latinoamericanos andan más vivos que aquel que naciera el 16 de julio de 1943 en un sitio tan poco propicio para el cultivo literario como el poblado de Aguas Claras en el Oriente cubano.

No solo su obra es diseccionada meticulosamente en universidades extranjeras o se lee en entusiasta clandestinidad en su país. Sus libros mismos engendran una prole desbordada e impredecible. La rabiosa picaresca de su autobiografía Antes que anochezca fue traducida al cine por Julian Schnabel, Before Night Falls, donde Arenas fue soberbiamente encarnado por Javier Bardem. Before Night Falls engendró Seres extravagantes documental donde Manuel Zayas se dedicó a rastrear sobre el terreno de lo real la mitología areniana que, como todo mito que se respete, resultó ser esencialmente cierta. Y el episodio más alucinante de Seres extravagantes -ese en que el poeta Delfín Prats es abordado por un policía en medio de la filmación- engendró a su vez la película Santa y Andrés de Carlos Lechuga que no puede presumir de mayor honor que el de ser prohibida por igual en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y en su sucursal de Nueva York.

Eso solo por hablar del cine, retablo donde se verifica la santidad contemporánea y el olor de las rositas de maíz sustituye el incienso. Algo tendrá que ver en la canonización de Arenas la manera en que entrelazó lo que vivió y lo que escribió, el hecho que su escritura no le perdiera el pie a su alucinante recorrido vital. Y viceversa. (Puedo dar fe de ello: en uno de mis cursos no he encontrado en nuestra lengua mejor modo para desacomodar a mis estudiantes de sus preconcepciones sobre lo que distingue de la no ficción que analizando la obra de Arenas). Mártir de la libertad de expresión, héroe del gremio literario, tótem del exilio, ídolo gay, nunca ha podido acomodársele en ningún altar sin acometerse serias reformas que permitan colocar en ellos una figura tan desaforada como la de Arenas. Con su radical incorrección política, Arenas ensancha cada dimensión en que se le trata de atrapar sea esta la de las libertades, la de la literatura, la del panteón patrio o los derechos de género. Solo hay que ver como a Mariela Castro, la oficialista hada madrina de los gays cubanos, cuando intenta disimular la sostenida homofobia de Estado que se ha practicado en la isla, el nombre de Arenas se le atraviesa en la garganta como un hueso de pollo.

El 7 de diciembre de 1990, mientras mezclaba pastillas de cianuro con Chivas Regal a la vista de su amante Lázaro Carriles y su traductora y amiga Dolores Koch en el apartamento del 328 West de la calle 44 en pleno Hell’s Kitchen Arenas debió encontrar cierto sosiego. No solo porque al fin detendría la devastación con que el SIDA se había ensañado en su cuerpo. Dos años atrás, en ese mismo apartamento, le había rogado a una foto del escritor Virgilio Piñera, uno de sus dioses tutelares, que le concediera tiempo de vida suficiente para concluir el vasto proyecto que había concebido desde sus inicios literarios. Ya que el tiempo le había sido concedido solo faltaba esperar sentado en uno de esos comodísimos butacones que debía tenerle dispuesta la eternidad. 

Enrique Del Risco Arrocha, también conocido como Enrisco, nació en La Habana, Cuba, en 1967. Es licenciado en Historia de la Universidad de La Habana y doctor de Literatura Latinoamericana de la Universidad de Nueva York (NYU), en donde actualmente se desempeña como profesor en el departamento de español y portugués. 

Fue finalista del Cintas Foundation Fellowship for Creative Writing -por el proyecto “Trilogía cubana del Hudson" (2011), y ha recibido los premios: Premio del Concurso Trece de Marzo 1993, Premio de Cuento revista “Revolución y Cultura” 1994, Premios Villa de Madrid 1996 y V Premio Iberoamericano Cortes de Cádiz 2008, por las obras: Obras encogidas (1992), Pérdida y recuperación de la inocencia (1994), Lágrimas de cocodrilo (1998), Leve Historia de Cuba (2007), y ¿Qué pensarán de nosotros en Japón? (2008). 

Blog Personal: http://enrisco.blogspot.com

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